martes, 19 de marzo de 2013

Los componentes del amor

 Conferencia Oscilaciones en Tiempos de Crisis


El amor no se deja encerrar ni en los más completos análisis ni en las descripciones más hermosas.

Sólo los poetas parecen capaces de acercarse lingüísticamente al tema del amor, y comunicar con palabras sus vivencias subjetivas.
El hablar de los componentes del amor primeramente se inicia con estas interrogantes

  • ¿Qué significa "amar" a otra persona?
  • ¿Significa siempre lo mismo?
  • ¿Cómo se diferencian las distintas experiencias amorosas de varias personas o de una misma persona a lo largo de la vida?
  • ¿Por qué algunos amores perduran mientras que otros se extinguen, a veces sin dejar rastro?
  • ¿Cómo es posible amar a otro por sí mismo y no por lo que nos proporciona?
  • ¿Cuáles son los componentes fundamentales de la experiencia amorosa?
  • ¿Qué factores deben tenerse en cuenta para comprender una problemática amorosa?


Para hablar de amor y aclarar estas interrogantes es necesario tomar en cuenta los siguientes conceptos sobre el amor:

Inanalizable en sus componentes, pero omnipresente en la situación vital y de los sentimientos positivos que se experimentan en una relación afectiva. El amor es como la presencia simultánea de un conjunto de afectos, cogniciones y motivaciones. Entre los autores que han hablado acerca del amor se cita a Schopenhauer, quien dijo acerca del amor: “… es el más poderoso y el más activo de todos los resortes...” mencionando que tiene una influencia perturbadora sobre los más importantes asuntos; que interrumpe a todas horas las ocupaciones más serias; que a veces hace cometer tonterías a los más grandes ingenios, que rompe las relaciones más preciosas, quiebra los vínculos más sólidos; que hace del hombre honrado un hombre sin honor, del fiel un traidor.

S. Freud nos dice que el amor es una relación del yo con sus objetos de placer. El amor compromete al sujeto en su totalidad, desde lo inconsciente pero fundamentalmente en el terreno de la consciencia y el principio de realidad.

Lo frecuente es que dos personas se enamoren, y que una vez que estén emocionalmente ligadas, descubran que sus diferencias de carácter y de valores hacen imposible una relación placentera y realizadora. Lo contrario es que crean que se fijan en el otro atendiendo a la personalidad, la inteligencia u otros valores "superiores", así como en cosas más tangibles como el atractivo físico, las cosas materiales y superficiales que suelen ser los primeros responsables del enganche afectivo.

En el triangulo del amor de Sternber del cual se hace mención que tiene tres componentes: el primero es la intimidad, el segundo es la emoción-pasión que puede describirse como el intenso anhelo de estar con el otro, de unirse a él, emoción que conduce del romanticismo a la experiencia de la pasión e interactúa con la intimidad en las relaciones románticas, por cuanto que la intimidad favorece la pasión, y la satisfacción sexual estimula la comunicación íntima. Respecto al tercero componente es compañía-intimidad, durante las primeras etapas de la relación el desconocimiento mutuo es casi total y cada uno ignora las expectativas del otro, las emociones, los valores, las formas de reaccionar, los presupuestos intocables, la mentalidad, etc., lo cual estimula la compañía, la conversación superficial o el diálogo profundo.

Al pasar el tiempo, las parejas se tornan más predecibles, y por ende, disminuye la búsqueda del otro en lo positivo; aumenta el lazo de unión interpersonal y de cercanía entre ambos y en lo negativo disminuye la necesidad de la presencia del otro y aumenta la probabilidad de buscar diferentes personas.

Una vivencia amorosa es un fenómeno, es un evento único e irrepetible, que no se puede clasificar en una tipología rígida.
Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única.--J. Borges

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