En esta ocasión es un gusto presentarle un artículo escrito por otro de nuestros invitados a la XXIV Reunión Científica, a celebrarse el 11 y 12 de Mayo en Ixtapan de la Sal. Me refiero al Dr. Ricardo Carlino, psicoanalista de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires (APDEBA) y autor del libro “Psicoanálisis a distancia”. En el mismo efectúa un aporte trascendente tanto en el terreno teórico como metodológico. Su contenido abarca todo lo relacionado con la implementación clínica del psicoanálisis a distancia.
Detrás
Más allá del diván...
El
DIÁLOGO ANALÍTICO TELEFÓNICO
Dr. Ricardo Carlino
Introducción
Espacio
y tiempo en Psicoanálisis
es
el nombre de la XXIV
Reunión Científica Sigmund Freud de la APM a realizarse los
próximos 11 y 12 de Mayo. Estoy escribiendo este artículo a fines
de abril, en Buenos Aires, Argentina, bastante distante en términos
de tiempo y de distancia geográfica del momento y lugar en que está
siendo leído este artículo en este momento. La escritura tiene
estas virtudes, más aún, se ha inventado y desarrollado para
lograr, ente otras propiedades, la de estar presente en otro tiempo y
lugar diferente de donde es realizada.
Las
inquietudes de desarrollo de la especie humana se nutren de las
posibilidades que la tecnología le brinda. Esto es así desde los
albores mismos de la historia en la que una piedra pesada sirvió
para aumentar la fuerza ejercida por un golpe de puño y una rama de
árbol o un hueso alargado fueron usados para potenciar la fuerza del
accionar del brazo. El fuego, la rueda, una piedra afilada, la
cocción de los alimentos, el cultivo agrícola etc., etc. debido al
estímulo alentador que producía el logro de sus resultados,
promovieron que se continuara buscando nuevas tecnologías
facilitadoras de la vida en el planeta suscitando una cadena de
ciclos de diversificación y complejidad tecnológica en paulatino
crecimiento en espiral.
Desde
siempre el ser humano desde su vertiente gregaria tuvo necesidad de
comunicarse ya sea en tiempo real o diferido. La comunicación a
distancia primitivamente fue ejercida a los gritos y a medida que
devenía más distante con señales de humo codificadas. La escritura
surgió para cubrir la necesidad de registrar, de testimoniar y
también de trasmitir y, en una función más desarrollada, es
utilizada para ayudar a pensar.
Transcurridos
ya varios milenios, la tecnología en el campo de la comunicación
fue avanzando lo que significó un estímulo para anhelar nuevas
posibilidades hasta cierto momento inéditas por inimaginables. La
emergencia de nuevas realidades fácticas en cuanto a posibilidades
comunicativas promovió la búsqueda de nuevos recursos tecnológicos
que permitirán trasmitir la voz a grandes distancias. Surge así la
radiotelefonía y el teléfono en todas sus crecientes y sofisticadas
versiones hasta llegar hoy al smart
phone
o teléfono inteligente. Tan grande es el entusiasmo despertado en la
población que actualmente se calcula que hay 6.000 millones de
teléfonos móviles y 1.700 millones de teléfonos alámbricos en
uso.
En
el siglo XIX
se
inventó la posibilidad de grabar la imagen en una fotografía. Unas
décadas después pudo ser reproducida en movimiento y más luego
digitalizarla y transportarla electrónicamente. Otro tanto sucede
con el sonido, no sólo se lo graba sino que se lo transporta en el
espacio
a través de la radio y la TV y también en el tiempo
a través del disco, del cine y la TV diferida.
Quien
está leyendo esto sabe que le resulta posible hacerlo en la pantalla
del ordenador o la de un teléfono inteligente porque se ha echado
mano a las posibilidades tecnológicas de que hoy disponemos. Este
proceso implica una nueva concepción en el recorrido del
espacio-tiempo
y
en el contacto con una realidad que está más allá de lo tangible.
Este
artículo, escrito en Buenos Aires, Argentina fue enviado a México,
distante 7.500 Km. en sólo unos milisegundos. Es que actualmente los
parámetros de distancia y de tiempo empleados en recorrerlo, con
ciertos objetos y en ciertas circunstancias, pueden calcularse en
dimensiones infinitesimales.
De
algo o de mucho de esto se trata cuando tenemos una sesión
psicoanalítica por teléfono o por Skype™. El abordaje de una
sesión a distancia es un tema aún controvertido dentro de la
comunidad psicoanalítico pues se trata de una experiencia en la que
su legitimidad o falencia no puede ser validada con lo que ofrece
como muestra una sola sesión sino por su posibilidad de instalar un
proceso psicoanalítico a lo largo de las sesiones. Un tratamiento
bien conducido o un fracaso en su intención, de por sí, no
construyen ni tampoco destruyen un nuevo y maduro edificio
conceptual. No obstante, el panorama que están percibiendo analistas
con un entrenamiento específico es que cuando el Psicoanálisis a
Distancia está bien indicado es posible establecer y sostener un
proceso analítico y producir una evolución aceptable.
¿Cuándo
un tratamiento puede ser considerado “psicoanalítico”?
Ello
acontecerá si se tiene en cuenta y se pone en práctica la teoría
del inconsciente, la sexualidad infantil, la regla fundamental, la
atención flotante, la teoría de la transferencia, de la
contratransferencia, de la resistencia y su posibilidad de
instrumentación con el método clínico empleado, dentro de un
encuadre ético. A esto se agrega que debe entreverse la posibilidad
de instalación y desarrollo evolutivo de un proceso
psicoanalítico.
Frente
a este nuevo método, estoy entre los analistas que vislumbran sus
genuinas posibilidades clínicas. Me he explayado amplia y
conceptualmente en diferentes ponencias en congresos nacionales e
internacionales y en un libro
sobre este tema que por su repercusión ha sido traducido al inglés.
En todas estas publicaciones fundamento su puesta en práctica basado
en razones sociales, económicas, epistemológicas y jurídicas. En
él he creado y desarrollado algunas herramientas conceptuales
teóricas y técnicas esenciales y específicas para la puesta en
marcha del psicoanálisis a distancia.
Lógica
de base
Este
es un concepto que desarrollé in
extenso
en un artículo presentado en Barcelona a comienzos de este siglo
pues en ese momento, como analista, ya estaba preocupado por cómo
procesar la realidad psíquica de mis pacientes en un entorno en que
la cambiante realidad circundante se adentraba y transformaba las
lógicas en el sentir y pensar no sólo de mis pacientes sino en el
mío propio. Estas nuevas lógicas en la manera de procesar lo
cotidiano se iban instalando a veces en forma disruptiva y otras
sigilosamente. Esto traía aparejado la necesidad de
conceptualizarlo, única manera de poder tener un adecuado acceso y
procesamiento a lo nuevo.
Esta
conceptualización me ayudó a legalizar dentro de mí la posibilidad
de concebir alguna diferencia que implicaba actualizar el ejercicio
del psicoanálisis. Esta postura me llevó a poder empezar a concebir
un “Psicoanálisis a Distancia”, es decir un abordaje terapéutico
muy diferente a cómo fue implementado durante más de cien años.
Nuestra
mente procesa el pensar y sus pensamientos en base a premisas
paradigmáticas que en aquel artículo denominé “Lógica de Base”.
Esta
lógica está conformada por los siguientes elementos y cualidades
constitutivas:
Conocimientos,
creencias, normas, valores, pasiones, intencionalidad.
Labora
subliminalmente adjudicando significado a lo que percibe.
Promueve
una postura y una actitud mental que opera como un eje axiomático o
de referencia que otorga una dirección y un sentido a la manera de
sentir, pensar y actuar.
Genera
o da cabida a ciertas concepciones y experiencias y excluye a otras
basadas en un modelo o paradigma diferente.
Opera
como punto de partida y apunta hacia cierta dirección y se aparta o
difiere de otras. Como lente transparente de constante permanencia,
aunque su accionar no sea conscientemente percibido, ofrece una
perspectiva que deja la marca de su protagonismo al promover una
tendencia en el procesamiento de la realidad abordada. (Carlino,
2010; 2011).
¿Por
qué ahora y no antes el Psicoanálisis a Distancia?
Hemos
visto cómo los avances tecnológicos fueron transformando
paulatinamente la concepción del acontecer cotidiano. La sensación
de pertenencia frente a lo que antes acontecía lejos del propio
radio de alcance era ignorada o sentida como ajena. Poco a poco esto
fue transformándose, cambiando la vivencia frente a lo que otrora
era sentido como lejano y ajeno y paulatinamente asimilado como
cercano y hasta de propia incumbencia. Esta nueva subjetividad fue
haciendo sentir que ciertos recursos como el Psicoanálisis que para
millones de personas era antes ignorada su existencia o vivido como
inaccesible haya podido ser luego concebido como una posibilidad al
alcance propio.
Así
como el Psicoanálisis en el siglo XX
influyó en la transformación de nuestra cultura occidental, los
avances tecnológicos de este último tercio de siglo están
golpeando las propias puertas del Psicoanálisis
para que éste enriquezca su teoría y su técnica con el fin de dar
cabida a quienes necesitan sus servicios fuera del ámbito del
consultorio que por razones de distancia no pueden concurrir a él.