En esta ocasión queremos compartir una entrevista como un homenaje al Dr. Luis Féder al ser el primer aniversario luctuoso de su deceso. Esperemos que disfruten mucho de sus palabras y de la generosidad que tanto caracterizó a este gran psicoanalista, maestro, supervisor pero sobre todo gran amigo.
Entrevista
realizada al doctor Luis Féder en abril de 2010,
Por
Tammy Kalach y Yazmín Mendoza.
Llegar
al consultorio del Dr. Féder ya es una manera de conocerlo: lleno de
objetos artísticos y sumamente cálidos.
Pero
¿quién es hoy el Dr. Féder? ¿Cómo piensa después de tantos años
de experiencia y de un nutrido curriculum?
En larga charla nos comparte sus ideas sobre cómo ha cambiado el
psicoanálisis desde su juventud. Nos dice que la idea del
psicoanálisis ha ido mejorando con el paso del tiempo. Existe una
mejor preparación teórica y una revisión más extensa y profunda
del propio análisis. El campo de acción del Psicoanálisis ha ido
extendiéndose también y lo seguirá haciendo sobre todo en el campo
de la medicina en relación al cuidado y ayuda de los pacientes.
Considera que en la actualidad, no hay analista que no emplee la
contratransferencia como una herramienta eficaz para contactar con
sus pacientes.
En
relación a los analistas también ha habido cambios, ya no se puede
pensar en ellos como seres distantes, fríos y a veces hasta
maltratadores. Ahora hay más análisis y los analistas saben que
tienen una valiosa herramienta en sus manos y que cuando encuentran
atorones en su propia vida pueden aplicar el remedio que utilizan con
los demás, a saber el análisis. La vida va modificándose y
aparecen a veces crisis que no esperábamos. Tenemos dos caminos:
negarlas o trabajarlas. Un analista tiene la obligación de
analizarlas y eso es muy bello porque su campo se lo permite. En fin,
las transformaciones del análisis son que ha mejorado muchísimo, su
empleo es mayor, su alcance es tremendo.
Al
preguntar al Dr. Féder sobre las cualidades necesarias para ser
analista nos dice: Cada uno de
nosotros hemos heredado una historia y algunos hemos heredado
historias traumáticas terribles y otros no, sólo pequeños
traumatitos, que son parte de la vida y que yo los recomendaría como
requisitos, es decir, que no fuera tan fácil la vida para poder
caminar en ella. Es necesario también ser una persona congruente con
lo que se hace, y la relación con el otro, no es el psicoanálisis
no más: si tengo un amigo querer a mi amigo inmensamente pero
esperar lo mismo. Un analista es una persona que ama, estudia,
practica y trabaja apasionadamente, esas son mis recomendaciones. Que
un frío, un apagado y un indiferente se mantenga en otro lado. Que
no ande sólo predicando sino practicando. El psicoanálisis requiere
mucha entrega y para siempre. Un psicoanalista tendrá que haberse
sentido aunque sea en su propio análisis como un hijo
suficientemente deseado y esto facilitará el camino.
Para
el Dr. Féder su decisión de ser analista está atravesada por su
propia historia. Hijo único de una pareja judía rusa que logró
escapar de Europa pero que fue perdiendo a toda su familia a manos de
los alemanes.
…Para
mí, dice el doctor,
ser parte de algo era muy importante, muy muy importante. Eso quiere
decir recuperar la familia a través de otro tipo de agrupaciones.
Los nazis entraron al pueblo donde vivían mis abuelos maternos por
las cuatro puertas digamos que se dirigen al zócalo, le pidieron a
la población que se saliera y la ametrallaron toda. Se escapó uno
que fue a contar lo que pasó en otro país. En Rusia se quedó mi
familia paterna abuela, un tío, tres tías. Se tuvieron que cambiar
de una ciudad a otra, perdimos contacto, la costumbre de comunicarnos
se fue perdiendo poco a poquito. Una vez entré al comedor de la casa
y mi mamá había sufrido un desmayo,
mientras mi papá sostenía una carta en la mano. Mi madre era la
mayor de 14 hermanos y mi papá solía censurar las cartas que
recibía para evitarle el dolor de descubrir lo terrible. ¡Imagínense
escuchar que mataron a tu hermana, a tu hermano! Ese día, mi papá
no pudo evitar que se enterara. Creo que por ahí se puede ubicar un
poquito por qué quise ser psicoanalista: Desde saber algo de dónde
viene tal destructividad, cómo se logra la supervivencia y sobre
todo ser parte de un grupo que se ocupa de esto. Inmediatamente al
entrar a una agrupación, automáticamente, se logran hermanos, tengo
muchos hermanos. Después de un
largo y conmovedor silencio nos dice, La
pregunta se responde: para compensar pérdidas y ganar
compensaciones.
También
nos comentó que su deseo de ser analista va ligado a su deseo de ser
compositor: Mi primera sinfonía
coral se llama “Temas para sobrevivientes”, que fue tocada en la
Sala Ollin Yoliztli y en Bellas Artes, naturalmente en el museo del
holocausto tiene una copia. Uno de mis primeros trabajos
psicoanalíticos se llama “Técnica psicoanalítica y fantasías de
salvación”. Indudablemente estaba buscando llenar mi vida a través
de estas ocupaciones, llenaba requisitos externos e internos.
Para
el Dr. Feder el futuro del psicoanálisis es prometedor y piensa que
partiendo del gran descubrimiento de Freud que es el inconsciente, el
mañana está garantizado. …Tenemos
una mente con sus mecanismos de ostentación y ocultamiento. Nadie
tiene otra forma de llegar ahí, al inconsciente, más que el
psicoanálisis y esto lo hará perdurar.
También comenta que aunque las escuelas de medicina y psiquiatría
estén muy ocupadas con tecnocracias y descalifiquen el psicoanálisis
siempre está el arte, el cine y la filosofía que cada vez se
encuentran más cercanas al campo analítico. Esto augura un futuro
prometedor.
Para
finalizar el Doctor nos habló de sus aportaciones al psicoanálisis
siendo las más importantes las que giran alrededor de las fantasías
preconceptivas. Nos dice que si bien Freud habló de tres golpes a la
humanidad, el de Copérnico, el de Darwin y el que él descubrió al
poner de manifiesto al inconsciente, el Dr. Féder propone un cuarto
golpe en el que se le revela a la humanidad que no somos hijos
totalmente deseados. Que toda madre fue una niña y una mujer que
tiene derecho a tener una ambivalencia frente al embarazo y al hijo
por nacer. Es importante poder hablar de ello porque así existen
menos probabilidades de llevar el no deseo y el rechazo a la acción.
…Si
se nos muestra que somos tolerantes en la firma de un contrato,
sabiendo que hay una parte contraria en la misma tinta…pero si no
miramos esa parte no llegamos a nada. Se nos enseña después de la
segunda vuelta, que qué bueno que no fuimos hijos totalmente
deseados, es un regalo a tener una actitud flexible frente a la no
perfección. Nos enseña perdonar a nuestras madres, a perdonarnos a
nosotros que en ocasiones hemos metido la pata y dañamos a veces muy
seriamente. En fin, al aceptar esto hemos derrotado al perfeccionismo
como valor.
Para
finalizar sólo queda decir que compartir con el Dr. Féder fue una
experiencia emocional intensa, llena de amor por el psicoanálisis y
por todo lo que representa la vida.
Gracias
Luis Féder por toda una vida de entrega al psicoanálisis.
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