En esta ocasión vamos a compartirles el discurso de despedida de la maestra Gaby Mustri a la generación saliente del Centro de Estudios de Postgrado en la Maestría de Psicoterapia General.
Un camino que hoy acaba en lo formal pero que continua para siempre, la formación como estudiosos de la subjetividad humana esa no termina nunca.
Ingresar en este camino de explorar el fascinante funcionamiento de la psique, su estructuración, sus formas, sus expresiones, es inagotable el tener la entereza para entrar en esa oscura dimensión humana de lo inconsciente ese recoveco que conforma nuestro mundo interno, saturado de fantasías y contenido onírico, nos hace perpetuos exploradores que buscamos guiar a otros en ese camino de autoconocimiento y de búsqueda de libertad interna.
Y como seguramente ya lo saben hoy, uno queda fascinado por siempre. Freud escucho de una manera distinta a sus pacientes y nos enseño sobre la determinación inconsciente de los síntomas y el poder curativo de las palabras “ el ensalmo de la palabra puede eliminar fenómenos patológicos” abriendo toda una nueva forma de pensar al hombre, que mas de cien años después nos sigue generando preguntas.
Estos tres años seguramente fueron de aprendizaje y descubrimientos, de dudas y cuestionamientos de confrontarse consigo mismos, de pensarse y de leer sin cesar. El proceso formativo también depara dolor sin duda, por que como todos sabemos crecer duele.
Hoy salen con un gran compromiso como psicoterapeutas psicoanalíticos, que trabajan con personas que se acercan con su dolor, sus conflictos y sus esperanzas.
Si bien este camino es de mucho esfuerzo, dedicación y incertidumbre, espero que siempre puedan encontrar en su trabajo placer y que además de tener una empática escucha para el sufrimiento del otro, nunca pierdan de vista la potencialidad creativa del hombre.
Sigan leyendo con pasión a los grandes del psicoanálisis, seguramente quedaron pendientes muchas lecturas, Freud, Winnicott, Dolto, Green, Bollas, Ferenci y tantos y tantos otros, pero también lean novelas, poesías, vean cine de arte, vayan a museos, escuchen música, sean participes de toda forma de expresión humana, cultiven la intuición y nunca pierdan la capacidad de asombro, ni la curiosidad, vean lo que pasa en el mundo, viajen, aliméntense de cultura, conozcan mas de los otros y de ustedes mismos.
Recuerden la maestría termino, pero la formación terapéutica continua toda la vida.
Les deseamos lo mejor en este nuevo capitulo de sus vidas, esperando encontrarlos pronto en la siguiente estación de este viaje, el instituto de psicoanálisis.
De esta manera se despidió al grupo de los ahora ya maestros psicoterapeutas.
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