El sábado 15 de octubre, un grupo de personas de la APM se dirigió
hacia el Centro Histórico de la ciudad para visitar el Museo Memoria
y Tolerancia. Esta visita respondía a una invitación por parte
de la dirección del museo, con el cual nuestro Centro de Estudios de
Posgrado había firmado un convenio hace unos meses para que nuestros
alumnos avanzados de la maestría pudieran efectuar allí sus
prácticas clínicas.
Al anunciar nuestra llegada al Museo, fuimos recibidos por un guía
llamado Mauricio que nos entregó unos aparatos con audífonos, y nos
llevó a la planta donde iniciaría nuestra visita. Pudimos admirar
la bella arquitectura del edificio, así como la vista hacia el
Centro Histórico. Nuestro guía nos llevó a través las salas del
Museo, dándonos explicaciones históricas y contestando nuestras
preguntas; los audífonos servían para que lo pudiéramos oír aun
habiéndonos alejado de nuestro rebaño. Todo lo que vimos y oímos
era impactante: fotografías de los campos de concentración con
prisioneros esqueléticos, videos con testimonios desgarradores de
sobrevivientes, un auténtico vagón perteneciente a unos de aquellos
trenes que se usaban para trasladar prisioneros amontonados… Aunque
gran parte del Museo se dedica al tema del Holocausto, algunas salas
se ocupan de grandes matanzas o genocidios de grupos étnicos, como
los ocurridos con los armenios, los tutsis de Ruanda y los albaneses
de Kosovo.
La visita guiada terminada, Mauricio nos llevó a una terraza donde
pudimos respirar aire fresco o humo de cigarro, dependiendo del caso.
Después recorrimos otras partes del Museo, que cuenta con aulas en
las que se reparten clases, una biblioteca y una tienda. En una sala
de juntas, nos reunimos con Karen Castañeda, la responsable del
Capital Humano en el Museo. Estuvimos comentando la visita con ella,
y posteriormente se habló de la gran necesidad que tienen algunos
empleados del Museo de un espacio para elaborar la experiencia de
convivir día a día con temas tan traumáticos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario