domingo, 30 de septiembre de 2012

LA ESCLAVITUD INVISIBLE…EN EL DIVÁN


En esta ocasión APM rinde un tributo a otro de nuestros fundadores, el Dr. José Remus Araico. Por está razón se exhibe dentro de las instalaciones de APM una magnífica muestra de las fotografías que “Pepe”, como se le solía decir, tomó durante los diferentes viajes que realizaba para practicar su deporte favorito, el buceo. Continuando con este tributo, les compartimos este trabajo escrito por su esposa, la Dra. Estela Galván de Remus y su hijo, el Mtro. José Remus Galván.

LA ESCLAVITUD INVISIBLE…EN EL DIVÁN
DRA. ESTELA GALVÁN DE REMUS Y MTRO. JOSÉ REMUS GALVÁN
Ponencia al Congreso de la APM, Ixtapan de la Sal, 11 y 12 de mayo de 2012
Titulamos de este modo este trabajo porque abarca algunas reflexiones sobre el libro que dejó en preparación el Dr. José Remus Araico (1922-2009), La Esclavitud Invisible, Bases para una Psicología Social Psicoanalítica, en colaboración y también reflexiones sobre su quehacer clínico.
La idea de hacer un libro que compendiara sus más de 150 trabajos, sobre todo ponencias a congresos, surgió de difundir de manera organizada y accesible la experiencia y riqueza de su labor psicoanalítica marcada por un fuerte interés por la problemática social, junto con el gusto por el buceo y la etología, durante casi cincuenta años como profesional pero también como maestro en los seminarios de la Asociación Psicoanalítica Mexicana y en las aulas universitarias.
Este trabajo lo inicié con él, en sesiones discontinuas pero intensas, en 2001 o 2002. Al ir mermando sus fuerzas por la cardiopatía que sufría desde diez años atrás, y avanzar el cáncer, él decidió paralelamente reunir sus escritos en un CD (que obsequió a casi todos ustedes en 2003-2004), junto con otro CD con casi cien fotos submarinas. El libro quedó suspendido y ahora lo hemos querido terminar.

El título de La Esclavitud Invisible resulta cautivador. Un ejemplo asombroso es el conjunto de vínculos que congregó a los fundadores de la APM (y varios de la primera generación), quienes en su mayoría murieron entre 2008 y 2011, ya sabiendo que el congreso de la Internacional sería aquí en 2011, como si hubiera habido un pacto inconsciente e invisible de que ‘la misión estaba cumplida’.
La psicología social es una disciplina “puente”, como gustaba decir mi padre, entre la psicología y la sociología, y se considera que comenzó con los trabajos de Wündt a fines del siglo XIX. Es ya una rama de la psicología, junto a la educativa, la clínica, la organizacional. Los enfoques son diversos, dependiendo también del paradigma del cual parten: cognoscitivo, conductual, psicoanalítico, etc.
La aportación de Freud en las primeras décadas del siglo XX resultó fundamental para entender muchos fenómenos del convulsivo principio de siglo: el comienzo de la cultura de masas, las guerras mundiales, el avance de investigaciones y exploraciones arqueológicas y antropológicas que brindaban a las ciencias humanas un material rico para comprender todo un nuevo ámbito de fenómenos que permanecían “invisibles”. Las obras de Freud Totem y Tabú (1912), Psicología de las Masas y Análisis del Yo (1921), El Porvenir de una Ilusión (1925), El Malestar en la Cultura (1929) y Moisés y el Monoteísmo (1939), su gran trabajo de madurez, podemos decir que fundaron la psicología social psicoanalítica.
Algunos consideran que la psicología social ‘nace’ con la teoría de la disonancia cognoscitiva de Leo Festinger (1947), que rápidamente se convirtió en un poderoso instrumento para inducir cambios cognitivos y afectivos en la actitud y el comportamiento.
No sólo los cambios en la realidad social, sino en las ciencias sociales para comprender dichos cambios—e incluso para prevenir futuros desastres, o, por desgracia, para usarlos a favor del poder—han motivado la sistematización de los paradigmas, que en el libro La Esclavitud Invisible es llamada Principios Isomórficos. Partiendo de la Psicología Social Psicoanalítica como una transdisciplina, en el sentido de Piaget y García (1980) entre la psicología social, el psicoanálisis, las ciencias sociales, la etología y la sociobiología, se concibe al psicoanálisis como ‘concepto puente’ entre lo genético y lo cultural, donde las identificaciones funcionarían como ‘genes de transmisión cultural’.
Además de los conceptos de la primera y la segunda tópica de Freud, se hace uso de los mecanismos de defensa, los organizadores yoicos de Spitz, los hallazgos del desarrollo infantil de Mahler, la identidad y la identificación, la crisis de identidad. También el medio social y la psicopatología de las instituciones sociales y la psicología del Yo. Un espacio especial se dedica a plantear como posible meta de la PSP el abatir el ‘extrañamiento primario del otro’, como describe Spitz que sucede alrededor de los ocho meses de edad; una educación del bebé en el seno familiar podría inducir un cambio cultural importante hacia una sociedad más tolerante.
Un lugar importante en el instrumental de esta transdisciplina lo ocupa el conflicto paranoide, la identificación con el agresor, la situación dilemática y el Tercero mediador, como amortiguador de las tensiones y grupos de poder al interior y exterior de las organizaciones para evitar o reducir el ‘canibalismo’ cultural en la sociedad urbana actual. Se aborda así el narcisismo irresponsable de las élites.
La identidad del mexicano, una preocupación recurrente del Dr. Remus Araico, se aborda en la segunda parte de este libro. Muchos otros fenómenos de interés actual pueden comprenderse con esta óptica: cómo un huérfano temprano puede evolucionar a ser un líder por la identificación proyectiva; el por qué de las guerras de retaliación; la perversión del poder, y dentro de este, el crecimiento de los grupos de narcotraficantes y las extensas luchas por territorios y mercados; la identificación con el agresor y el fenómeno del bullying, que siempre ha existido, pero su amplificación por las redes sociales; el cambio del rol de la mujer de ser quien da de comer a la familia y además es objeto de placer sexual, a un rol activo e importante, y ya no tan subordinado, en la economía, la política y la cultura.
En la tercera parte se incluyen investigaciones de campo, así como las diversas técnicas que usó en numerosos estudios; y cierra con un glosario, bibliografía y resúmenes de algunos libros y artículos, dado que estaba pensado para servir como texto para clases de licenciatura en diversas carreras del área social, además de estar dirigido a especialistas.
La aplicación de estos conceptos en investigación social y en los cursos de educación superior ha sido muy útil. Por ejemplo los Grupos de Discusión Dirigida (GDD) resultan una técnica más flexible que las encuestas que se emplean tradicionalmente con métodos cuantitativos; se percibe una influencia de Pichon Riviere, con quien estudió y trabajó el Dr. Remus Araico, y sus Grupos Operativos, pero en un grupo que sirve para investigar, no para hacer una tarea. Asimismo la comprensión de la defensa de la identidad en los movimientos de Indignados que se oponen a la globalización líquida, como le llama Bauman.

Quedan varios temas que serán desarrollados en el cuerpo del libro: los huérfanos tempranos (y cómo muchos líderes tiene ese origen), la retaliación y amenaza nuclear, la perversión del poder (ahora con el fenómeno del ‘narco’), la identificación con el agresor (en el Síndrome de Estocolmo y en el bullying, así como el de chivo expiatorio), la influencia de las redes sociales, la liberación de la mujer y la nueva responsabilidad compartida entre géneros, los adultos mayores, los discapacitados, pobres y marginados, etc.

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